¿Y si existiera una ensalada tan fácil de preparar que apenas te llevara 10 minutos, pero con un equilibrio de sabores tan acertado que pudiera acompañar tanto a un plato ligero como a uno más intenso? Imagina una combinación donde lo crujiente, lo ácido, lo salado y lo amargo conviven en armonía. Muchos intentan este tipo de ensaladas sin lograr ese punto exacto, y el motivo suele ser algo tan simple como el orden de montaje. Te contaré cómo evitar ese error más adelante.
Hoy te traigo una receta fresca, ideal tanto para acompañar platos principales como para disfrutar como comida ligera: ensalada de manzana, queso feta y rúcula. Si vienes de preparar recetas como batatas rellenas de setas y espinacas o gnocchis de calabaza, esta ensalada puede convertirse en el contrapunto perfecto para equilibrar tu menú.
¿Por qué esta ensalada funciona tan bien?
La clave de su éxito está en el contraste de sabores y texturas:
- Dulce y crujiente → manzana fresca
- Salado y cremoso → queso feta
- Amargo y aromático → rúcula
- Ácido y ligero → aliño con limón o vinagre suave
Es un plato que aporta frescor, saciedad moderada y que, además, se prepara con ingredientes fáciles de encontrar en cualquier época del año.
Cuándo utilizar esta ensalada
Funciona especialmente bien como:
- Acompañamiento de recetas principales con sabor intenso, como las batatas rellenas de setas y espinacas o una galette de calabacín, queso de cabra y nueces.
- Entrante ligero antes de platos calientes como gnocchis de calabaza o la pasta con salsa de calabaza.
- Almuerzo rápido y saludable.
- O incluso como comida completa si le añades una fuente adicional de proteína o legumbres.
Ingredientes para ensalada de manzana, queso feta y rúcula (2 personas)
- 1 manzana (preferiblemente tipo Fuji, Pink Lady o Granny Smith si buscas más acidez)
- 60 g de rúcula fresca
- 50 g de queso feta
- 30 g de nueces o almendras laminadas
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Zumo de ½ limón o 1 cucharadita de vinagre balsámico suave
- Sal y pimienta negra al gusto
- Opcional: 1 cucharadita de miel o sirope de ágave (para matizar acidez)
Cómo preparar esta ensalada (sin que pierda frescura)
Paso 1: Preparar la manzana
Lava bien, retira el corazón y córtala en láminas finas o cubos. Si no la vas a consumir al momento, rocíala con unas gotas de zumo de limón para evitar oxidación.
Paso 2: Montaje de base
Coloca la rúcula en el plato. Este paso es importante: si añades el aliño directamente sobre la rúcula antes de incorporar el resto, evitarás que los ingredientes húmedos la marchiten.
Paso 3: Incorporar ingredientes
Añade la manzana, el queso feta desmenuzado y los frutos secos.
Paso 4: Aliñar justo antes de servir
Mezcla en un recipiente el aceite, el limón o vinagre, sal, pimienta y (si lo utilizas) un toque de miel. Agita bien y añade en el momento final.
Ideas para personalizarla según tu estilo
| Ingrediente | Resultado |
|---|---|
| Aguacate | Más cremosidad |
| Granada | Toque dulce y festivo |
| Queso de cabra fresco | Reemplazo ligero del feta |
| Garbanzos cocidos | Hace la ensalada completa |
| Pollo a la plancha | Ideal como plato único |
¿Es una ensalada saciante?
Sí, aunque ligera. Para aumentar saciedad, puedes añadir queso, frutos secos adicionales o combinarla con platos principales como gnocchis de calabaza o batatas rellenas de setas y espinacas.
Truco para que la rúcula no se ponga mustia
El error más común es aliñar la ensalada demasiado antes.
-> Aliña solo cuando vayas a servirla y mezcla ligeramente, preferiblemente con las manos o cucharas de madera para no dañar las hojas.
Cómo combinar esta ensalada en un menú completo
Esta ensalada es perfecta para equilibrar recetas más densas, como:
- Gnocchis de calabaza, que aportan calidez y suavidad.
- Batatas rellenas de setas y espinacas, con un perfil muy reconfortante.
- Galette de calabacín, queso de cabra y nueces, para quienes disfrutan de platos horneados.
- Incluso como acompañamiento de la pasta con salsa de calabaza, si buscas contrastar texturas y temperatura.
Valor nutricional aproximado (por ración)
- 265 kcal
- Proteínas: 7 g
- Grasas: 17 g
- Hidratos de carbono: 22 g
- Fibra: 4 g
Puedes reducir grasas usando queso bajo en grasa o eliminar frutos secos, aunque son importantes para el aporte nutricional.
Consejos rápidos para mejorar el resultado
- Usa manzana fría para más contraste.
- Tuesta los frutos secos antes de añadirlos.
- Si usas vinagre balsámico, diluye ligeramente para no ocultar otros sabores.
- Si la preparas para llevar, aliña en el momento o lleva el aderezo aparte.
Error que arruina la ensalada (y cómo evitarlo)
❌ Mezclar con demasiada intensidad o mucho antes de servir → se apelmaza y pierde volumen.
✔️ Monta, aliña y mezcla solo al final, con suavidad.
¿Se puede preparar con antelación?
Sí, con matices:
| Componente | Conservación |
|---|---|
| Manzana cortada con limón | 4–6 horas |
| Rúcula | Mejor fresca |
| Queso feta | Hasta 3 días |
| Aliño | 5 días en tarro cerrado |
Monta justo antes de comer.
¿Qué receta probar después?
Si te ha gustado esta propuesta fresca y equilibrada, puedes seguir explorando ideas que combinan sabores y texturas de forma creativa:
- Galette de calabacín, queso de cabra y nueces: ideal si buscas una opción de horno con verduras.
- Batatas rellenas de setas y espinacas: una receta reconfortante para cenas.
- Gnocchis de calabaza, suaves y con carácter otoñal.
- Pasta con salsa de calabaza, perfecta para comidas completas que aprovechan al máximo este ingrediente.
Esta ensalada es el contrapunto ideal para equilibrar platos más intensos, creando menús variados y saludables sin complicarte.
Para ver todas nuestras recetas saladas, haz click aquí.

